Karina Chango y autoridades ambateñas se reúnen para resolver diferencias y abrir la puerta al retorno de Mushuc Runa a Tungurahua
Después de meses de distancia, todo indica que el frío entre Mushuc Runa SC y el Municipio de Ambato podría estar comenzando a disiparse. La noticia llega desde ABC Deportivo, donde el periodista Carlos Andrés Muñoz confirmó que esta semana se dio una reunión clave entre Karina Chango —representante del equipo del Ponchito— y la concejala Diana Caiza, en nombre de la Municipalidad.
¿El objetivo? Más que un simple acercamiento institucional: se trata de reconstruir una relación rota por años de desacuerdos, que obligaron al club a mudarse temporalmente a Riobamba. Pero como dice el dicho, “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, y parece que Ambato está dispuesto a corregir el rumbo.
La intención no es solo sanar viejas heridas, sino crear condiciones reales para que Mushuc Runa pueda regresar a su casa, al estadio de Echaleche. Para ello, se necesita algo más que buena voluntad: permisos para que se puedan realizar espectáculos públicos y un trabajo conjunto en proyectos a mediano y largo plazo.
Este gesto, aunque aún en fase inicial, marca un cambio de tono notable. Años atrás, Luis Alfonso Chango no dudó en hacer públicas las trabas que enfrentaba el club desde lo institucional. Hoy, la nueva generación de dirigentes parece apostar por el diálogo.

Mushuc Runa no es solo un equipo de fútbol. Es símbolo de identidad indígena, esfuerzo comunitario y visión empresarial. Su presencia en Tungurahua va más allá de los goles o los puntos en la tabla. Recuperar esa conexión con su tierra podría ser un paso estratégico no solo para el club, sino para la provincia.
Por ahora, no hay fechas, ni acuerdos firmados, pero sí algo que vale oro en el fútbol y en la vida: intención. El balón está rodando de nuevo… esta vez, fuera de la cancha.
