Con una actuación defensiva impecable, el central ecuatoriano Joel Ordóñez fue clave en la victoria sobre el Anderlecht de Nilson Angulo en una final cargada de emoción.
Cuando las luces del estadio se encendieron para una final más de la Copa de Bélgica, pocos esperaban que un ecuatoriano se robara los reflectores. Joel Ordóñez, central del Club Brugge, demostró una vez más por qué es uno de los talentos ecuatorianos con mayor proyección en Europa. Su equipo venció 2-1 al Anderlecht en una vibrante final, y él fue una muralla en los minutos clave, asegurando el trofeo para los suyos.
El partido tuvo todos los ingredientes que los fanáticos adoran: goles, intensidad y un duelo entre compatriotas. Sí, porque del otro lado también estaba Nilson Angulo, quien ingresó en el segundo tiempo para intentar cambiar la historia del encuentro. Aunque mostró destellos de calidad, no logró impedir que el Club Brugge se llevara la corona.
Con esta victoria, los Negriazules reafirman su dominio en el fútbol belga y suman un nuevo título a sus vitrinas en la temporada 2024/25. Pero la historia aún no termina: el equipo de Ordóñez sigue en carrera por la Jupiler Pro League, lo que podría significar un doblete histórico.
Lo más destacado, sin duda, fue la solidez de Joel Ordóñez. Entró en el momento más caliente del partido y fue clave para apagar cualquier intento final del Anderlecht. Cada despeje, cada anticipo, hablaba de madurez y temple. A sus 20 años, el defensor guayaquileño no solo celebra títulos, sino que consolida una carrera que promete mucho más.
Para los aficionados ecuatorianos, esta final fue más que un partido: fue una muestra del nivel que están alcanzando nuestros talentos en ligas europeas. Joel y Nilson son parte de una nueva generación que ya está dejando huella.
