Incidentes, proyectiles y tensión en las gradas del Atahualpa antes del choque entre El Nacional y Delfín por LigaPro
La previa del partido entre El Nacional y Delfín no solo estuvo marcada por la expectativa deportiva, sino también por un ambiente de tensión que hizo vibrar –por las razones equivocadas– las gradas del estadio Olímpico Atahualpa.
Minutos antes del inicio del encuentro, un grupo de hinchas del equipo militar protagonizó disturbios en la tribuna general. Lo que parecía una jornada de fútbol más en la LigaPro rápidamente se tornó en un escenario caótico: gritos, empujones, lanzamiento de proyectiles y corridas encendieron las alarmas de seguridad.

No es la primera vez que la hinchada del “Nacho” muestra fracturas internas. Ya el fin de semana anterior se habían registrado roces entre facciones de la barra, pero esta vez la situación escaló de forma preocupante. La violencia no llegó a mayores gracias a la rápida intervención policial, que logró contener los ánimos y devolver algo de calma al coloso capitalino.
El Nacional, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol ecuatoriano, atraviesa no solo una batalla en la cancha, sino también una lucha en las tribunas. Lo que ocurre fuera del terreno puede impactar profundamente en el rendimiento del equipo y en la imagen de la institución.
Este nuevo episodio deja más preguntas que respuestas: ¿Qué está pasando dentro de la barra? ¿Qué medidas tomará la dirigencia para evitar que estos hechos se repitan? Mientras tanto, la hinchada –esa que debería empujar al equipo hacia adelante– se ve envuelta en conflictos que desvían la atención del fútbol.
Con una interna que parece estar al borde del colapso, El Nacional enfrenta un desafío que va más allá del marcador. El verdadero partido, tal vez, se está jugando fuera de la cancha.