Del descontrol alimenticio a la redención: cómo Hernán Galíndez, Mario Pineida y Jhon Jairo Cifuente han lidiado con el lado más humano del fútbol ecuatoriano
En el fútbol no todo es correr detrás de un balón. A veces, los mayores rivales están fuera de la cancha. Hernán Galíndez, arquero de la Selección Ecuatoriana, confesó recientemente en una entrevista en Argentina que durante su paso por el fútbol ecuatoriano llegó a pesar 103,7 kilos. ¿La razón? Empanadas, gaseosas y muchas horas de PlayStation. “Gracias a Dios nunca sufrí una lesión”, dijo entre risas… pero su testimonio dejó claro que el talento necesita disciplina para florecer.
Pineida: del sobrepeso al brazalete de capitán
Otro que supo ser blanco de críticas es Mario Pineida, quien durante años luchó con su forma física en Barcelona SC. La hinchada torera lo señalaba por su falta de explosividad y bajo rendimiento. Pero todo cambió con la llegada de Segundo Castillo al banquillo. El nuevo cuerpo técnico enfocó su trabajo en la parte física… y el resultado fue inmediato.
Pineida recuperó velocidad, potencia, y hasta la cinta de capitán. Hoy, es un reflejo de compromiso y profesionalismo, y una muestra de que nunca es tarde para reivindicarse en el fútbol ecuatoriano.
El ‘Degollador’ que se quedó en promesa
A diferencia de sus colegas, Jhon Jairo Cifuente no ha logrado dejar atrás los fantasmas. El delantero, que alguna vez deslumbró con sus goles, no ha podido consolidarse. Su paso por Barcelona SC en 2022 fue decepcionante, y aunque mostró destellos con Aucas y Universidad Católica, su indisciplina y problemas de peso lo siguen persiguiendo.
Ahora en El Nacional, su rendimiento ha sido discreto y las dudas sobre su compromiso reaparecen. Tiene talento, sí. Pero sin enfoque, el talento se diluye.