Mushuc Runa sorprendió a Cruzeiro en su casa, se trepó a la cima del grupo y dejó claro que quiere hacer historia en la Copa Sudamericana 2025
Cuando todos pensaban que Cruzeiro tenía el camino allanado en la Sudamericana, apareció Mushuc Runa y cambió el libreto. En una noche que quedará marcada en los libros del fútbol ecuatoriano, el modesto equipo de Echaleche venció 2-1 al poderoso club brasileño en Belo Horizonte y se subió a lo más alto de su grupo.
No es cualquier victoria. Ganar en Brasil ya es complicado. Hacerlo en un torneo internacional, aún más. Pero lo que logró el equipo de Ever Hugo Almeida va más allá: es un triunfo con identidad, con carácter, con esa mezcla de garra y humildad que representa al Ponchito y a toda su gente.
Desde el inicio, Mushuc Runa mostró que no iba de paseo. Se plantó con orden, cerró espacios y aprovechó cada oportunidad con inteligencia. El primer grito llegó gracias a un gol de Carlos Orejuela, quien no se guardó nada al decirlo claro y sin rodeos: “Sacamos los huevos importantes para sacar el partido adelante”.
Cruzeiro, herido en su orgullo, encontró el descuento con un penal polémico, pero nunca logró romper la resistencia de los ecuatorianos, que defendieron con uñas y dientes ese resultado histórico.
Ahora, el Ponchito manda en su grupo con seis puntos y +2 de gol diferencia. Su próximo reto será ante Unión de Santa Fe en Riobamba, donde buscará seguir alimentando este sueño que ya dejó de ser cuento.
Este triunfo no solo pone a Mushuc Runa en el radar internacional, también revive la esperanza del fútbol ecuatoriano de ver a sus clubes competir sin complejos en el continente. Porque sí, Ecuador también sabe dar batacazos.
