Desde Estrasburgo, el joven crack ecuatoriano empieza su adaptación al fútbol europeo mientras el Chelsea lo reserva para grandes escenarios.
El fútbol ecuatoriano vive un presente prometedor. Y uno de sus máximos exponentes es, sin duda, Kendry Páez, quien con solo 17 años ya empieza a llamar la atención en el Viejo Continente. No llegó directamente al Chelsea, pero su primer paso lo da en el Estrasburgo de Francia, donde ya se habla de él como “el ecuatoriano prodigio”. Así lo calificó nada menos que L’Équipe, uno de los medios deportivos más respetados del mundo.
Aunque muchos esperaban ver a Kendry directamente en Stamford Bridge, el Chelsea ha decidido cederlo al Estrasburgo, equipo francés que forma parte del mismo grupo empresarial que el club inglés. ¿El objetivo? Que el crack ecuatoriano se adapte poco a poco al rigor del fútbol europeo, gane minutos y llegue con rodaje al máximo nivel.

En sus primeros entrenamientos, Páez ya demostró su clase. Compartió cancha con figuras como Valentín Barco y otros jóvenes sudamericanos. A pesar de su corta edad, se integró de inmediato al trabajo físico y técnico del plantel dirigido por Liam Rosenior.
El movimiento ha sido bien pensado. La idea es que el mediocampista llegue con ritmo y madurez para el Mundial de Clubes 2025, donde el Chelsea planea incluirlo en su lista. Para entonces ya tendrá 18 años, por lo que podrá ser inscrito legalmente en competiciones FIFA con su nuevo club.
Kendry Paez at RC Strasbourg training. pic.twitter.com/oOOw5fXh9W
— Footy Condor 🇪🇨 (@FootyCondor) April 8, 2025
Y aunque parte de la afición del Chelsea expresó su deseo de verlo ya con la camiseta «blue», la mayoría entiende que el paso por la Ligue 1 es clave para su formación. En redes sociales, muchos lo consideran una “apuesta segura” y están dispuestos a esperar si eso garantiza su explosión definitiva en la Premier.
Kendry no ha debutado aún con el Chelsea, pero ya está dejando huella. Su aterrizaje en Europa es solo el inicio de una carrera que ilusiona no solo a Ecuador, sino al mundo entero. Porque cuando el talento es real, no importa dónde empiece, sino hasta dónde puede llegar.