El polémico lujo de Segundo Portocarrero que provocó la furia en el fútbol peruano: ¿Provocación o simple show?

El ecuatoriano de Universitario protagonizó una jugada que desató la furia de Sport Boys en el Clausura peruano. ¿Se fue de las manos?

El fútbol es un deporte lleno de pasión, y a veces esa emoción puede desbordarse, como sucedió en el reciente partido entre Universitario de Deportes y Sport Boys en la fecha 11 del torneo Clausura peruano. Segundo Portocarrero, extremo ecuatoriano que milita en Universitario, fue el protagonista de un escándalo que ha dado mucho de qué hablar, no solo en Perú, sino también en su país natal, Ecuador.

El equipo crema iba ganando cómodamente 3-0 en el marcador, y ya en los minutos finales del encuentro, Portocarrero decidió hacer un lujo que terminó costándole una serie de críticas y empujones en la cancha. ¿Qué hizo exactamente? Se paró encima del balón. Lo que para algunos fue una simple muestra de técnica, para otros, en especial los jugadores de Sport Boys, fue una provocación inaceptable.


El instante que desató el caos

Corría el minuto 43 del segundo tiempo, y el resultado parecía estar sentenciado. Universitario tenía el partido bajo control, pero en ese momento, Portocarrero decidió hacer algo que pocos esperaban: con una actitud relajada, se detuvo en seco, y en vez de pasar o driblar, se paró con ambos pies sobre el balón. Un gesto que, aunque no infringe ninguna regla, fue percibido como una falta de respeto por parte de los jugadores del equipo rival.

La reacción no se hizo esperar. Christian Ramos, lateral izquierdo de Sport Boys, fue el primero en dar respuesta, lanzándose con vehemencia sobre Portocarrero en la siguiente jugada, lo que terminó en una dura entrada y el ecuatoriano en el suelo. Pero no todo quedó ahí: Yuriel Celi, claramente molesto, fue amonestado por el árbitro tras una serie de empujones y reclamos acalorados. La situación se tornó aún más tensa cuando Joao Villamarín, otro jugador de Sport Boys, volvió a buscar a Portocarrero, desencadenando un nuevo enfrentamiento entre los equipos.


¿Fue realmente intencionado? Portocarrero da su versión

Después del partido, el extremo ecuatoriano, aún en el ojo del huracán, dio declaraciones a la prensa para aclarar lo sucedido. «No pasó nada. Gracias a Dios pudimos sumar de a tres y estamos muy contentos por ello. Obviamente son cosas de fútbol, pero no lo hice con mala intención«, afirmó el jugador de 27 años, quien recientemente llegó al fútbol peruano proveniente de Barcelona SC.

Portocarrero, quien ha disputado 32 partidos con Universitario, con un gol y una asistencia en su cuenta, insistió en que su gesto no fue para molestar a nadie, sino que simplemente se dejó llevar por la emoción del partido. «Es parte del juego», añadió, intentando quitarle peso al incidente.

Sin embargo, la jugada no pasó desapercibida para sus compañeros de equipo. Martín Pérez Guedes, Alex Valera y Edison Flores, estrellas del cuadro crema, rápidamente condenaron el lujo de Portocarrero, pidiendo disculpas a los aficionados y jugadores de Sport Boys. Aunque rechazaron el gesto, también defendieron a su compañero, explicando que «él no suele comportarse así» y que fue una situación aislada.


Reacciones en Perú y Ecuador: la línea entre el lujo y la provocación

En el fútbol, especialmente en momentos en los que la adrenalina está al máximo, los lujos y las jugadas técnicas suelen ser apreciados por los aficionados, pero cuando el marcador es tan abultado, pueden percibirse como una burla. Ramos, el jugador que más duramente reaccionó, fue claro en sus declaraciones posteriores: «Yo lo conozco, más o menos sé cómo juega. Eso no se hace. Tiene que aprender de eso». Sus palabras reflejan el sentir de muchos, que consideran que Portocarrero cruzó una línea con su gesto.

En Ecuador, la noticia también generó debate. Algunos defienden al jugador, señalando que es parte del espectáculo y que no se debe exagerar. Otros, en cambio, critican la actitud del extremo, sugiriendo que debe ser más consciente de las repercusiones de sus acciones en la cancha, sobre todo cuando el equipo está ganando por una amplia ventaja.


¿Una lección aprendida o solo una anécdota?

El fútbol, al final del día, es un reflejo de las emociones humanas: la euforia, la frustración, la competitividad. Segundo Portocarrero, con su lujo, probablemente no esperaba desatar tal controversia, pero lo cierto es que su gesto ha puesto sobre la mesa un tema recurrente en el fútbol: ¿dónde termina el espectáculo y comienza la falta de respeto?

A pesar de las críticas, el ecuatoriano sigue siendo una pieza clave en Universitario, y lo más probable es que este incidente se quede como una anécdota en su carrera. Sin embargo, es un recordatorio de que, aunque el fútbol es un juego de habilidades, también es un deporte donde el respeto hacia el rival siempre debe estar presente.

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