El portero de La Tri Hernán Galíndez volvió a las canchas con Huracán, mantuvo su arco en cero y contestó con altura a las agresiones verbales que recibió en Tigre.
El fútbol, con toda su pasión, no siempre se vive desde la admiración. A veces, las emociones desbordan y se transforman en insultos. Eso fue lo que le tocó enfrentar a Hernán Galíndez, arquero nacionalizado ecuatoriano, en su regreso a las canchas con Huracán. Y aunque las críticas fueron duras, su respuesta estuvo cargada de orgullo y respeto por la camiseta que eligió defender.
El regreso esperado tras una larga lesión
Después de más de dos meses fuera de las canchas por una lesión sufrida el pasado 5 de junio en el Estadio Monumental de Guayaquil durante las Eliminatorias frente a Brasil, Galíndez volvió a defender el arco del Globo. Lo hizo en la victoria 1-0 sobre Tigre, por el Clausura argentino, dejando su portería invicta y confirmando que sigue en plena forma.
Insultos y una respuesta ejemplar
Durante el partido en el Estadio José Dellagiovanna, un sector de la hinchada local no tuvo reparos en gritarle frases como “vende patria”, “te viniste a matar el hambre a Argentina” o “te hiciste ecuatoriano porque no quieres a Argentina”.
Lejos de entrar en provocaciones, Galíndez se mantuvo enfocado en el juego. Sin embargo, al final del encuentro, dejó claro su sentir en diálogo con TyC Sports:
“Me gritaban vende patria, te viniste a matar el hambre a Argentina, te hiciste ecuatoriano porque no quieres a Argentina. Yo estoy orgulloso de ser ecuatoriano”.
Compromiso y próximos desafíos
El arquero, ex Aucas, no solo defendió su identidad, sino que ya piensa en lo que viene. Huracán viajó a Colombia para enfrentar este martes 12 de agosto a Once Caldas, por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. De avanzar, podría volver a Ecuador para medirse con el ganador de Mushuc Runa vs Independiente del Valle.
Galíndez, que ha demostrado carácter y profesionalismo, será una pieza clave si el DT Frank Kudelka decide incluirlo en el once inicial.
Hernán Galíndez dejó en claro que el orgullo de representar al fútbol ecuatoriano va más allá de cualquier comentario hostil. Su regreso no solo fue una buena noticia para Huracán, sino también un recordatorio de que la identidad se lleva en el corazón y se defiende en la cancha.
