En la previa del duelo un hincha del Ídolo sorprendió a todos al visitar las copas internacionales de Liga de Quito en un centro comercial. ¿Provocación o admiración?
En el fútbol ecuatoriano no hay semana sin sorpresas, pero lo que ocurrió en Guayaquil antes del partido entre Liga de Quito y Barcelona dejó a más de uno sin palabras. En plena exposición de las copas internacionales de LDU, trasladadas especialmente desde Quito, apareció un hincha de Barcelona… a sacarse fotos con los trofeos de su rival.
Sí, así como lo lees. En medio de la muestra montada por los Albos en un centro comercial del norte de la ciudad, un fanático vestido con la camiseta amarilla se acercó, cámara en mano, para admirar las conquistas del Rey de Copas del Ecuador. El momento fue captado por Área Deportiva y no tardó en viralizarse.
“No es una provocación. Vengo a ver lo que ha conseguido Liga en su historia. Creo que cuando Barcelona tenga un 10 y una buena dirigencia las podremos conseguir”, dijo sin tapujos el hincha torero.
La estrategia de LDU y el simbolismo detrás del gesto
Liga no solo trasladó sus copas por logística o por orgullo: fue una jugada de marketing emocional que conectó con sus hinchas costeños. Exhibieron sus cinco títulos internacionales (Libertadores, Sudamericana, Recopas) como quien lleva consigo su historia para recordar de dónde viene y hacia dónde quiere ir.
Y, aunque se esperaba una fiesta blanca, la visita del hincha de Barcelona terminó robándose la atención. ¿Fue un acto de respeto o una señal de resignación? ¿Un llamado de atención a su propio club? Lo cierto es que el episodio encendió las redes y despertó debates en todas las esquinas del país.
Un símbolo de lo que el fútbol puede unir
Más allá de la rivalidad, el gesto del fanático amarillo dejó una enseñanza inesperada: en el fútbol también hay espacio para la admiración y el reconocimiento. Tal vez no lo hizo para molestar, sino para expresar, a su manera, que los títulos también se ganan con autocrítica.
Ahora, todos esperan lo que sucederá en la cancha. Pero, pase lo que pase, el episodio ya quedó en la memoria colectiva como uno de los momentos más curiosos de la temporada.
